En España son tradicionales los postres o repostería en Semana Santa, y después de las torrijas y la leche frita, ésta es la tercera receta que quiero compartir con vosotros en esta secuencia, las rosquillas de anís tradicionales.
INGREDIENTES
2 Huevos tamaño grande (XL)
400 g Harina de todo uso o de repostería (Harina 0000)
Harina extra por se nos hace falta mas
60 g Azúcar
100 g Anís dulce
60 g Aceite de oliva virgen extra requemado y frío
60 g Leche
½ Cucharadita de ralladura de piel de limón (Sin nada de blanco)
2 Sobres de gaseosa o 11g de levadura química o polvo de hornear
Abundante aceite de girasol para freírlos (Se puede utilizar aceite de semillas o neutro)
Al gusto Azúcar glas para decorarlas
Empezamos poniendo el aceite en un cazo con un trozo de piel de limón grande. Cuando la piel de limón esté bien dorada por todos lados y el aceite, haya freído varios minutos, la retiramos con cuidado de no quemarnos del aceite y apartamos el aceite del fuego, hasta que se enfríe. Esto es característico en este tipo de elaboraciones, para que el aceite pierda fuerza y coja el sabor a piel de limón.
Cuando está frío, empezamos con la mezcla de la masa de las rosquillas. Ponemos en un cuenco grande todos los ingredientes menos la harina y las gaseosas o la levadura. Los huevos, el azúcar, la leche, el aceite, el anís dulce y la ralladura de limón. Integramos con unas varillas y cuando está uniforme vamos añadiendo cucharadas de harina poco a poco y mezclándolas. Cuando llevamos mas o menos la mitad de la harina integrada, incorporamos la levadura o gaseosas, mezclamos y seguimos añadiéndole harina hasta terminarla. La masa debe quedar homogénea lisa y muy húmeda, veréis que se pega a las paredes de la espátula, pero está bien integrada, eso es bueno, querrá decir que hemos mezclado bien. Si veis que le falta un poquito, ya que las humedades de las harinas son diferentes, podéis añadirle un poco más, pero cuidado de no pasaros ya que luego nos quedarán las rosquillas algo duras, y no con su esponjosidad característica.
Untamos otro recipiente con aceite, también las manos e introducimos en él la masa, bien tapada con papel film a piel, para que no forme costra y la dejaremos reposar. Mínimo unas 3-5 horas, que la mezcla fermente y crezca en volumen. A mi me gusta dejarla de un día para otro, entonces la guardo en nevera. Pasado el tiempo de levado. Nos volvemos a untar las manos con aceite y una fuente grande. Cogemos porciones de masa del mismo tamaño, boleamos y dejamos sobre el plato. Ponemos aceite de girasol al fuego, y cuando este caliente vamos a ir haciendo las rosquillas. El aceite debe estar caliente pero no a fuego muy fuerte, ya que queremos que se vayan dorando y cogiendo un color bonito, dorado, pero no marrón oscuro. Vamos cogiendo las bolitas y les ponemos un dedo en medio, para hacerles el circulo interior. Cuanto mas grande le hagáis el circulo mejor, ya que dentro del aceite suflarán y a veces puede cerrarse.
les vamos dando vueltas, hasta que queden bien doradas por ambos lados y dejándolas que suelten el exceso de aceite en un papel absorbente. Cuando las tengamos todas, las espolvoreamos con azúcar glas.
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Me llamo Tere y soy de Murcia (tierra famosa por sus verduras). Cuando me fui a estudiar a la Universidad empecé a cocinar por una mera cuestión de supervivencia. Hoy, desde la comunidad Las Marías Cocinillas, me gusta combinar y cocinar los alimentos transformándolos en platos con los que disfrutar en familia.
Pero qué buenas!!! Mi abuela hace unas del estilo que me vuelven loca, pero estas tengo que probarlas, qué pinta! 😀
Un beso!
Qué ricas Tere!! Quién pillara una… 😉 Tendré que hacerlas.
Un besito!!
Que buena pinta!! Acabo de llegar del gym y hacerme un zumito y la verdad que un par me comería (bueno comería más la verdad jajaja) Besitos desde Noly's Sweet Box
Una receta maravillosa.
Sólo una duda y más que nada por confirmar, cuando dices que le pones dos sobres de gaseosas son dos sobres completos o dobles ¿verdad?
¡Besos mil!